domingo, 5 de julio de 2009

Lo prometo.


No te vi, pero no porque no te quise ver... sino porque no te quería perder. Y aunque el crimen es mío y la culpa . . , el castigo es de los dos. Nunca debimos cambiar nuestra amistad por amor. Nunca dolió tanto que me quieran en secreto. Nunca pude ver tu corazón dentro de tu pecho. Hubiera querido conocer el atajo que me lleve a tu cielo. Si tan solo pudiera rebobinar tu sonrisa y descifrar lo que escondes tras cada una de tus utopías, prometo que haría realidad tu mundo de fantasía.Hay secretos que es mejor contar. Si te escucho, ¿intentarías regresar? Olvídate del dolor, del crimen y del castigo... No quiero que, por amor, dejemos de ser amigos. Prometo reservar un asiento a mi costado con tu nombre grabado por si algún día me quieres a tu lado. Las galletas de mi alacena vencieron en noviembre y, si no te vi, fue porque estaba con fiebre... fiebre de ausencias, fiebre de dolores, fiebre de una vida en un mundo sin colores. Y tú eras el color, y no te pude ver... Ahora entiendo por qué te aprendí a querer No te vi, pero no porque no te quise ver... sino porque no te quería perder. Y, sin querer, nos hicimos doler. Hoy sé que tu verdad... la tuve ayer.

No hay comentarios:

Publicar un comentario